Existe una opinión unánime entre los analistas que este 2016 va a ser difícil. No sólo ellos, los empresarios, los trabajadores y consumidores finales pensamos igual, este año no va a ser fácil.
Sin embargo no soy amigo del pánico ni del fatalismo, porque seamos francos, ante los nubarrones en la economía no podemos hacer nada. Más bien podemos adaptarnos, ajustar lo que tengamos que ajustar, y ser más creativos e innovadores que antes. Porque la lucha por ese consumidor va a estar más dura que en años recientes.
Y aquí está la reflexión que quiero compartirles, debemos aceptar que este año va a ser todo un reto y por lo tanto tenemos que exigirnos, revolucionar nuestras formas de hacer las cosas, y cultivar como nunca antes la innovación y la creatividad. Tenemos que crear, tenemos que innovar si queremos seguir siendo vigentes en nuestros negocios.
El miedo solo genera confusión, movimientos erráticos y estrés. Y si permitimos que nos gobierne, la vida pasara por encima nuestro, el mercado se adaptara y nosotros quedaremos relegados en el camino, a tal punto que podamos ser una de las víctimas de la crisis.
Las crisis son oportunidades, los grandes empresarios exitosos no se cansan de repetirlo, y si logramos controlar el miedo y las preocupaciones, podemos convertir esta coyuntura a nuestro favor, llevar nuestras empresas a nuevos y emocionantes horizontes, y consolidar nuestra presencia en el mercado.
Esta es mi invitación, ahora más que nunca, a crear e innovar; es el único camino.