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Desafíos para las Empresas en medio de un Dólar de 3.000

Unas de las premisas que se manejan en el Management moderno, es que las Empresas deben ser capaces de convivir con las coyunturas externas que amenacen su desempeño. Y a pesar de lo clara de la Premisa, la subida del dólar cogió por sorpresa a casi todas las empresas en Colombia, dejándolas con poco margen de acción, y con muchas dificultades para soportar el duro golpe de la devaluación.

Es importante aclarar algo, el objetivo no es “adivinar” hacia donde va el mundo, y menos, que condiciones vamos a tener en términos cambiarios, monetarios, comerciales y hasta gubernamentales. Sin ser fácil, lo que necesitamos visualizar para tener un negocio, una empresa o una marca que sobreviva las cambiantes situaciones que enfrenta, es un modelo de negocio flexible que se adapte a estas situaciones, que permita tener siempre opciones y alternativas que no debiliten nuestras principales fuentes de ingresos.

Tampoco se trata de construir un negocio diferente cada vez que algo cambie. La evidencia muestra que las empresas con estructuras siderúrgicas, inflexibles y con poca vocación al cambio, son las primeras que se ven afectadas ante los cambios producidos por el entorno. Nuestro objetivo debe ser el cultivar una filosofía corporativa que adopte el cambio como parte esencial de su funcionamiento, de sus valores y hasta de sus proyecciones. Al final del día lo que realmente importa será la posibilidad de recorrer como organización, sin importar el cambio de personal, un camino incierto de cambios y fluctuaciones, pero con las herramientas necesarias para lograr los objetivos propuestos.

Uno de esos cambios inciertos es claramente la Tasa de Cambio. Es claro que muchas empresas se construyeron o fundamentaron su crecimiento en el aprovechamiento de un Dólar económico. Un principio frágil si se tiene en cuenta el mundo globalizado actual, donde una crisis en cualquier país del globo, por mas pequeña que sea, afecta los indicadores económicos en nuestro país.

Quisiera poner un ejemplo dentro de la actual coyuntura cambiaria de Colombia. En términos financieros, los bancos ofrecen instrumentos que nos permiten suavizar los efectos de la volatilidad en los mercados, como ha sucedido en los últimos 12 meses. Lo interesante es que muy pocas empresas los han utilizado para compensar o contrarrestar esta coyuntura. Es mas, muy pocas los conocen. Porque?

Sin ir mas alla, muchos negocios comerciales le han apostado únicamente a subir progresivamente sus precios, esperando que la reacción de su audiencia sea positiva o por lo menos lo suficiente para sostener el negocio. Siendo correcta la apreciación, se queda corta ante el verdadero desafío que representa este cambio abrupto de la TRM. De hecho, muy pocas empresas están dedicando esfuerzos para mejorar la experiencia del comprador, una mayor diversificación de su portafolio, o incluso un mejoramiento en sus procesos operativos, el verdadero talón de aquiles de la productividad colombiana.

Hoy la gran mayoría de empresarios se rasgan las vestiduras por la trepidante subida del dólar, llevándolos en algunos casos a la quiebra por no haber estado preparados. Acaso debimos haber asumido que el dólar siempre iba a estar alrededor de 2.000? Recordemos que el dólar en el 2003, estuvo alrededor de 2.850. Hoy, después de 12 años esta alrededor de 3.000. En términos absolutos, solo se ha devaluado alrededor de 200 pesos. Entonces si solo vemos la situación a corto plazo encontraremos mas interrogantes que respuestas, pero si vemos el panorama completo, veremos que si teníamos algo mas de información y recursos para haber estado preparados para este complicado 2015. Ha sido un año ciertamente difícil sin duda alguna, no se trata de negarlo, pero puede no serlo tanto si realmente cambiamos las estructuras inflexibles y siderúrgicas que tenemos actualmente, por una que cultive y fomente el cambio como parte fundamental de su ADN.

Nuevamente quiero subrayar el objetivo principal de esta reflexión, no se trata de adivinar hacia donde va el mercado, se trata de tener un modelo de negocio que sea flexible para enfrentar todos los cambios que provienen de la competencia, del mercado o del gobierno, y adicionalmente usar todos los instrumentos que tengamos a disposición para disipar al máximo sus efectos.