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7 razones para iniciar tu negocio mediante bootstrapping

En el artículo de hoy, tendrás la oportunidad de aprender las razones por las que deberías iniciar tus negocios mediante bootstrapping, y no mediante la captación de capital de terceras personas.

Y, sí, es cierto que parece que, en el mundo actual, los grandes emprendimientos nacen de inversiones de capital millonarias, pero lo cierto es que esa es una fórmula que no tiene por qué ser útil para todos los negocios.

El bootstrapping, en cambio, es un sistema basado en hacer crecer el negocio con lo que la propia empresa va generando, lo cual es un modelo mucho más sano y eficaz de crecimiento para la mayoría de las empresas. Hoy, lo aprenderás todo de él.

Te enseña la importancia de los clientes

En la medida en que el bootstrapping te obliga a vender para crecer con el dinero que vas obteniendo con tus propias ventas, y no a través de la financiación de terceros, es un mecanismo que te enseña a valorar a tus clientes.

Muchos emprendedores que reciben financiación para sus proyectos, pueden hacer crecer sus negocios sin pararse a pensar demasiado en los clientes que tienen o tendrán en el futuro, porque el dinero que reciben no depende de ellos.

Y es por ello que, en muchas ocasiones, cuando llegan a un determinado punto de crecimiento, los inversores se dan cuenta de que es un negocio que no va a poder generar ingresos sostenidos, porque los desarrolladores han creado proyectos para los usuarios gratuitos, y no para los clientes.

El bootstrapping tiene la ventaja de que no permite que suceda algo así. Siempre tienes que dirigirte a los clientes, porque, si no los tienes satisfechos, es imposible que consigas los ingresos necesarios para seguir creciendo.

Por supuesto, puedes tener una parte del negocio que sea gratuito y orientado a los usuarios freemium, con el objetivo de atraer a potenciales clientes en el futuro. Pero, al mismo tiempo, tienes que centrarte en los que sí te pagan. Porque, sin ellos, no sobrevives.

Te ayuda a aprender a vender

Al hilo de lo anterior, también te enseña la importancia de saber vender tu producto o servicio. Y es que, nuevamente, si no eres capaz de vender lo que haces, es imposible que una empresa creada mediante bootstrapping crezca.

Conviene señalar, de nuevo, que muchos emprendedores que crean sus proyectos a base de financiación, suelen centrarse mucho, por ejemplo, en los aspectos técnicos, descuidando los aspectos del marketing y de las ventas.

Esto, en un negocio desarrollado mediante bootstrapping, carece totalmente de sentido. Por supuesto, tendrás que mejorar el apartado técnico de tu proyecto, pero sin descuidar el marketing y las ventas.

Y no podrás descuidarlo, sencillamente, porque, si lo descuidas, no ingresas dinero para seguir creciendo.

Esto, en el largo plazo, es muy positivo (como en el caso anterior), porque significa que, una vez tu empresa haya crecido y se haya consolidado, contarás con una empresa funcional, pero, además, altamente especializada en las ventas y en la satisfacción del cliente.

Y es bastante evidente que una empresa en esta situación tiene muchas más oportunidades de triunfar que una empresa que ha crecido centrándose en lo técnico y no en los clientes y en las ventas, porque recibía el dinero de inversores externos.

Te obliga a controlar los gastos

Pero, sin duda alguna, lo que más diferencia un emprendimiento mediante bootstrapping de un emprendimiento que recibe financiación de terceros, es la facilidad que tiene el primero para aprender a controlar los gastos.

Uno de los problemas más habituales entre los emprendedores que reciben financiación es que, una vez la reciben, se encuentran con una cantidad de dinero que jamás han tenido entre sus manos, y que no tienen muy claro cómo gestionar.

Imagínate, por ejemplo, un equipo de dos o tres chicos que desarrollan una app a base de esfuerzo y trabajo, sin ningún tipo de dinero para hacerlo, y, de golpe, reciben un millón de euros en una ronda de inversión.

¿Crees que van a ser capaces de gastar ese dinero de forma inteligente y eficiente?

Es evidente que no.

Ese dinero les permitirá crecer, pero no tendrán la conciencia necesaria para gastar cada euro de una forma eficiente (por supuesto, hay excepciones, esto es una generalización).

En cambio, un negocio que ha crecido toda su vida como un emprendimiento mediante bootstrapping, sí sabe valorar cada euro, porque ha empezado ganando uno, dos al mes siguiente, cuatro al otro, y, así, ha crecido paulatinamente.

Por lo tanto, conoce el valor del dinero y la importancia de gastarlo eficientemente. Y, cuando, por fin, cuenta con un ingreso de un millón de euros, lo gasta con la misma eficiencia que si solo tuviera mil.

Te convierte en un gran analista

Por otro lado, el hecho de crecer mediante bootstrapping hace imprescindible la optimización al máximo, porque una pequeña variación en el diseño de la tienda online o de los copys en las fichas de producto, puede suponer la diferencia entre ganar lo que ganas actualmente, o un 10% más.

Esto conduce a que los desarrolladores se centren mucho en la analítica, conociendo en profundidad este sector, y utilizándolo como una forma de optimizar las ganancias y los resultados de la empresa.

Y esta tendencia se mantiene según la empresa va creciendo, porque ya se tiene integrado como parte de la mentalidad del equipo desarrollador.

No obstante, conviene señalar que esto no es una gran diferencia entre los emprendedores mediante bootstrapping y los emprendedores mediante financiación de terceros.

Los emprendedores mediante financiación de terceros también suelen tener muy buenos conocimientos de analítica web, porque, cuando van a presentar sus proyectos a los potenciales inversores, deben mostrar métricas interesantes.

La diferencia entre unos y otros es que, en general, los emprendedores mediante bootstrapping se centran mucho más en la analítica relacionada con las ventas y la obtención de ingresos, mientras que los emprendedores mediante financiación de terceros, se centran en aspectos como la obtención de tráfico o de usuarios.

Te permite tener absoluto control del rumbo de tu empresa

Este punto es interesante. Ya hemos visto todo lo que puede enseñarte el hecho de emprender mediante bootstrapping, pero, además de lo que aprendes, también hay otros elementos de interés, como, por ejemplo, la capacidad de dirigir tu empresa.

Y puede que estés pensando que los emprendedores que reciben financiación de terceros también controlan su empresa. Hasta cierto punto, sí, pero no siempre y, además, en la mayoría de casos, no la controlan totalmente.

Es natural: Esos proyectos han recibido una inversión, y los inversores suelen querer tener conocimiento de qué se está haciendo con su dinero, y quieren participar de las decisiones que se toman en la empresa.

Esto hace que, si tienes un emprendimiento y quieres dirigirlo por un camino concreto, puede que tus inversores te lleven la contraria y, al final, te acaben doblando el brazo para que tomes una dirección distinta (al fin y al cabo, quien paga, manda).

En cambio, si creces mediante bootstrapping, el único que controla el negocio y hacia dónde se dirige, eres tú (o los socios con quienes empezases). De esta forma, no tienes por qué responder ante terceros, que, además, únicamente se mueven por cuestiones de dinero.

Eres el único propietario de tu empresa

Otro aspecto muy relevante del bootstrapping es que, gracias a que has crecido por ti mismo sin recibir inversión de terceros, la empresa es exclusivamente tuya (salvo que la creases con un socio, por supuesto).

Y es que, en la mayoría de ocasiones, las empresas que reciben financiación de inversores, suelen tener que dedicar parte de las acciones de la empresa a dichos inversores, porque es una exigencia básica a la hora de poner el dinero sobre la mesa.

Esto, que, en principio, puede parecer un trato razonable, puede llegar a ser muy peligroso, porque los inversores se especializan en estas inversiones, pero no lo hacen así los emprendedores, y el trato, generalmente, suele ser desfavorable para el segundo.

De hecho, se han dado situaciones en las que el emprendedor, finalmente, ha terminado perdiendo el control de su empresa, porque ya no controlaba más del 50% de las acciones.

Es decir, que, frente a los problemas derivados de recibir financiación de terceros inversores, el bootstrapping te garantiza la absoluta propiedad de tu empresa, y, en consecuencia, el absoluto control de la misma.

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