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Una de las dudas que pasa por tu cabeza cuando decides iniciar un negocio es si lo vas a hacer solo o acompañado. Por este motivo, en este artículo le explicaremos los pros y contras de emprender solo.
Antes de plantearte esta duda, debes tener en cuenta la estructura de los que quieres lograr así como la visión y objetivos. Es importante que lo que decidas realizar te apasione y no lo hagas simplemente para ser tu propio jefe.
Por otro lado, recuerda que hay varios tipos de socios: inversor y trabajador. El primero, se encarga de apoyar en las finanzas y el último se encuentra inmerso en el negocio.
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Libertad en la toma de decisiones
Al ser tú el líder principal, podrás escoger las decisiones que te parezcan mejor para tu futura organización. A su vez, no tendrás problemas por si hay desacuerdos por cómo se está llevando la compañía.
Evitar futuros conflictos
En
muchos casos, las dos o más personas que decidieron realizar el negocio no
trabajan de la misma forma o no poseen la misma visión. Debido a este motivo,
pueden surgir conflictos por falta de interés del otro.
Problemas económicos
Empezar
un negocio conlleva el gasto de mucho dinero y muchas veces no tenemos los
recursos suficientes para afrontarlo. Por lo que en este caso, asociarte para
cubrir los gastos puede ser una buena idea.
Lleva más trabajado
Existe la creencia que al emprender solo tienes menos trabajo, pero esta es completamente falsa. Cuando realizas todo por tu cuenta posees mayores responsabilidades y por tanto, pierdes más tiempo.
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Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas. Sin embargo, la decisión que tomes lleva muchísimo trabajo el cual debes internalizar.
A
su vez, siempre debes tener en cuenta los riesgos que pueden pasar al emprender
solo o acompañado. Finalmente, la manera en que tu negocio sea exitoso será al
establecer unos objetivos y modelos claros.